La Reflexión N.º
175. Se titula: ¿ Porqué muchos creen que en una tumba está un ser
querido?
Estimado lector:
este es un tema arraigado en el corazón de casi todos los seres
humanos del mundo. En todas las religiones está esta creencia, que
va pasando de generación en generación.
Ahora bien: ¿ a
usted lo conforma esta creencia, o se preguntó si es realmente así?
Vemos también, que
detrás de este suceso inevitable, se mueve un comercio muy
lucrativo.
Por supuesto que los
restos físicos de nuestros familiares tienen que estar en su lugar
correspondiente y deben volver a donde pertenecen. “ Génesis 3:19
Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la
tierra, porque de ella fuiste tomado, pues polvo eres, y al polvo
volverás.” A continuación estaré exponiendo pasajes
bíblicos del porqué quedamos sujetos a la muerte física.
1) Al pecar, o sea
desobedecer al Señor, nuestros primeros padres Adán y Eva, toda la
raza humana, salvo excepciones, como por ejemplo el profeta Enoc: “
Génesis 5:24 Y caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque
le llevó Dios.” ; todos los humanos quedamos sujetos a la muerte
física.
Adán y su mujer,
solo tenían que obedecer a su creador para ser inmortales respecto a
sus cuerpos físicos. Leeremos esta ordenanza en “ Génesis
capítulo 2 versículos 16-17
16 Y mandó
Jehová Dios al hombre, diciendo: de todo árbol del huerto podrás
comer;
17 mas del árbol
de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de
él comieres, ciertamente morirás.” Por desgracia no hubo
obediencia al Señor con consecuencias funestas.
El gran error, y que
se sigue cometiendo es que el mundo, o sea los no creyentes,
persisten en creer que sus familiares están en el cementerio. Este
grave error es consecuencia de no creer en el Señor Jesucristo y a
su Santa palabra la cual contiene la verdad.
El ser humano tiene: cuerpo, alma y espíritu porque el Señor
Todopoderoso lo creó así.
“ Génesis 1: 26-27
26 Entonces dijo Dios: hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a
nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de
los cielos, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre
la tierra.
27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó,
varón y hembra los creó.”
Y aquí surge un interrogante: ¿ Qué es más importante: el alma,
el espíritu o el cuerpo? Debemos cuidar de nuestro cuerpo mientras
este tenga vida ( no hacer narcisismo) y principalmente nuestra
alma y espíritu ya que por medio de él podemos comunicarnos con
nuestro creador y recibir todos los beneficios espirituales; esos
dones que nos permitirán, cuando partamos de este plano físico,
llegar a la presencia del Señor Jesucristo.
¿ Y porqué debemos cuidar de nuestro cuerpo? Es porque tiene que
ser templo del Espíritu Santo.
“ 1 Corintios 3:16 ¿ No sabéis que sois templo de Dios, y que el
Espíritu de Dios mora en vosotros?
1 Corintios 6: 19 ¿ O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del
Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios,
y que no sois vuestros?
Esto es respecto a nuestro cuerpo, es el envase, adentro está lo más
importante: nuestro espíritu, nuestra alma. Nuestro
espíritu, nuestra alma es exactamente igual a nuestra apariencia
física, es como un clon, pero espiritual. No pesa nada, se desplaza
a velocidades fantásticas, atraviesa cualquier materia. Ese es el yo
nuestro, el cual no tiene precio, porque somos nosotros mismos, es
nuestra esencia. ¿ Usted puede valuarse ? Yo creo que no, no existe
en el mundo nada que se pueda comparar. Y ese yo es el que debemos
cuidar. ¿ Y como lo haremos? La única manera verdadera es aceptando
al Señor Jesucristo como su salvador personal. Él es el único que
puede salvar su yo, y el de todos los que lo aceptan de todo corazón.
El diablo con sus artimañas y mentiras, creencias equivocadas,
placeres mundanos, dinero con avaricia y todo lo malo tratará de
llevarlo al infierno.
Por eso el Señor en su infinita misericordia y amor, entregó a su
Hijo amado al sacrificio de la cruz del Calvario. “ San Juan
3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna.”
Amable lector: si hacemos caso y aceptamos, ejecutando las enseñanzas
del Señor Jesucristo, tendremos vida eterna para bien, y será para
toda la eternidad con un cuerpo incorruptible.
¿Y esto como podemos saberlo? Cuando le preguntaron al Señor
Jesucristo los Saduceos ( estos sectarios no creían en la
resurrección, es lo que sería hoy en día un agnóstico, un ateo )
sobre el caso de un hombre que se había muerto sin dejar
descendencia y sus siete hermanos se habían casado con la mujer,
muriéndose todos ellos también, sin dejar descendencia, de quien
sería mujer, ya que todos la habían tenido por mujer, nuestro Señor
les respondió: “ San Mateo 22:29-33
29 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: erráis, ignorando las
Escrituras y el poder de Dios.
30 Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en
casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo.
31 Pero respecto a la resurrección de los muertos, ¿ no habéis
leído lo que os fue dicho por Dios, cuando dijo:
32 Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob?
Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.
33 Oyendo esto la gente, se admiraba de su doctrina.”
Estimado: los que creemos en el Señor, seremos como los ángeles de
Dios, con un cuerpo incorruptible, por lo tanto piense en la
importancia de nuestra alma espiritual y que nuestro cuerpo físico
queda en segundo plano, por consecuencia, si bien debemos cuidarlo,
al fenecer el mismo ya no queda la esencia, ya no está el yo, el
cual se irá con el Señor Jesús o al infierno; por ende queda fuera
del contexto bíblico esa tradición errada de honrar permanentemente
al cuerpo sin vida del ser humano. Ya cumplió con su siclo y eso es
todo. Para darle un ejemplo actual: cuando lanzan una nave espacial,
después de varias etapas, van expulsando partes de esa nave y queda
solamente el corazón de la nave para hacer el recorrido al objetivo.
Por supuesto que nuestra responsabilidad será la de pagar para los
mantenimientos correspondientes de donde están los restos de
nuestros familiares y allí termina el tema. Debemos hacerlo con la
mente bien esclarecida por el Señor para no equivocarnos. Si usted
no tenía bien clara esta verdad y para que cambie su mente y toda su
vida, lo invito a recibir al Señor Jesucristo en su corazón,
arrepiéntase de todos sus pecados, abrazando el sacrificio de la
cruz del Calvario, busque un templo evangélico en donde se mueva el
poder del Espíritu Santo de Dios, consiga o compre la Santa Biblia,
recomiendo la Reina Valera, y verá los resultados de cambio de su
vida para bien y así podrá cumplir con todos los mandamientos del
Señor. Para finalizar le dejo un versículo bíblico para que lo
medite: “ San Juan 14:6
Jesús le dijo:Yo
soy el camino, y la verdad; nadie viene al Padre, sino por mí.”
Que el Señor lo bendiga abundantemente. Un amigo en el Señor.
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