La Reflexión
Nº 140. Se titula: La concupiscencia
Amable lector: esta
palabra es del latín, “concupiscentia”, y significa: apetito y deseo de bienes
terrenales y en especial de placeres deshonestos.
Este es un tema muy
importante porque va unido al arrepentimiento sincero de un cristiano, que
entregó su vida al Señor Jesucristo.
Debemos tener en cuenta,
que al hacer el acto de arrepentimiento sincero, todo pecado que cometimos,
hasta ese momento, el Señor Jesucristo lo borra totalmente de nuestra vida, de
todo nuestro ser, o sea que, comenzaremos una nueva vida en Cristo Jesús.
Cumplir con el bautismo
en aguas, participar de la santa cena de Señor, casarnos si no lo estamos,
guardar los mandamientos y ordenanzas de Señor y cumplir con todo lo referente
a lo espiritual de nuestro Señor.
Ahora bien: ¿qué pasará
cuando el diablo le presente la tentación, y cada uno sabe en qué fue débil,
podrá resistir?
Aquí es donde citaré la
epístola de Santiago que se trata del porqué muchos cristianos caen ante la
tentación y es porque cuando hicieron el acto de arrepentimiento (
supuestamente sincero ) quedó en ellos una raíz, que no fue presentada al Señor
para que él la eliminara para siempre.
“ Santiago 1: 12-18
12 Bienaventurado el
varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba,
recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
13 Cuando alguno es
tentado, no diga que es tentado de parte de Dios, porque Dios no puede ser
tentado por el mal, ni él tienta a nadie;
14 sino que cada uno es
tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
15 Entonces la concupiscencia,
después que ha concebido, da a luz el pecado, siendo consumado, da a luz
muerte.
16 Amados hermanos míos,
no erréis.
17 Toda buena dádiva y
todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no
hay mudanza, ni sombra de variación.
18 Él de su voluntad nos
hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus
criaturas”.
Estimado: queda bien
claro, que si no hubo arrepentimiento sincero de todos sus pecados, quedará
vulnerable ante la tentación. Si a usted le pasó de caer ante la tentación, por
falta de conocimiento espiritual, pida perdón al Señor y vaya a un lugar que se practique la
liberación para que personal idóneo ore por usted para que ese demonio sea
expulsado de su vida. De esa manera por más que a su mente venga un recuerdo
que lo conduciría a pecar, y tiene la seguridad de que el demonio no tiene más
potestad sobre su vida y usted mismo pida, con fe que la sangre de nuestro
Señor Jesucristo lo cubra con su poder; su sangre santa que derramó en la cruz
del Calvario para perdón de nuestros pecados y de esa manera no hay diablo que
puede con usted.
El espíritu malo no pude
permanecer ante el poder de la sangre de nuestro Señor Jesucristo. Y al
vencerlo , en el nombre sobre todo nombre de nuestro Señor, se dará cuenta que
no existe ningún poder que derrote al Señor Jesucristo.
Amable lector: para
finalizar le dejo un versículo bíblico para que lo medite.
“ San Mateo 28:18 Y Jesús
se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la
tierra”.
Que el Señor lo bendiga
abundantemente. Un amigo en el Señor. Si desea saber más llame al 1134012867,
de lu a vi, en horario de 8.00 hs a 18.00.hs.